En la audiencia de este miércoles en el juicio a “la banda de los copitos” por el atentado a Cristina Kirchner, Brenda Uliarte fue captada mientras hacía gestos extraños durante la declaración de uno de los testigos.

La joven acusada de ser partícipe necesaria del ataque a la exvicepresidenta se rio, bostezó e hizo otros ademanes mientras brindaba testimonio Diego Emiliano Bermúdez Bringue, secretario privado de Cristina Kirchner.

Los gestos de Uliarte ocurrieron durante la transmisión por Zoom del TOCF N°6 y fueron advertidos por los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. La audiencia se interrumpió en dos ocasiones debido al extraño comportamiento de la imputada, y los magistrados luego llamaron a un cuarto intermedio. Al volver, Uliarte ya no estaba. Le permitieron seguir escuchando la audiencia, aunque sin video.

Minutos antes, Namer le había llamado la atención: “Señora Uliarte, le pido que adapte su comportamiento al momento procesal que estamos atravesando”. La acusada también hizo ademanes con su cabello e incluso acercó la cara a la cámara en algunas oportunidades.

Antes del debate, a través de un escrito Uliarte introdujo la posibilidad de que todo haya sido planificado por otras personas de poder. “Yo no sé por qué ‘Nando’ (por quien era su pareja, Fernando Sabag Montiel, autor del ataque) hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo. Claramente alguien está atrás. Y Carrizo sabe todo esto, pero él va a cubrir a Nando, porque no quiere tener quilombo con los de arriba, saben que hay peso pesado”, declaró.

En la ampliación de su declaración indagatoria, Uliarte señaló que, según escuchó, el diputado Gerardo Milman le pagaba a personas que formaban parte de Revolución Federal para generar disturbios en la casa de Cristina Kirchner.

“Yo nunca vi a Milman, pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner”, sostuvo la joven, procesada como partícipe necesaria del intento de magnicidio.

En un texto que firmó desde la cárcel de Ezeiza y presentó ante el Tribunal Oral Federal N°6, explicó: “Había gente contactada al gobierno anti K, que pagaban para que vayamos a las marchas, y a los actos, en realidad le pagaban a él y él me llevaba a mí”.

Durante el juicio, Brenda no quiso hablar del tema. Incluso, la defensa buscó suspender el debate bajo el argumento de que la joven tenía problemas de salud mental, que estaba medicada y solicitó pericias psiquiátricas para declararla inimputable. Sin embargo, el tribunal desestimó el pedido.

“Cristina pensó que había sido una gresca entre compañeros”

Bermúdez Bringue estuvo al lado de Cristina Kirchner en el momento en el que Sabag Montiel le gatilló en la cabeza con un arma Bersa calibre 22 que, si bien estaba apta para el disparo, la bala se trabó en la recámara y la entonces vicepresidenta se salvó de milagro.

El secretario de la exfuncionaria quedó registrado en el video que fue filmado por Kiara Barreto, una militante del Frente Social peronista que aportó las imágenes que fueron claves para llevar la causa a juicio, las cuales se exhibieron durante la segunda jornada.

“Él (Sabag Montiel) levanta la mano, empieza a decir ‘soy compañero, soy compañero’ y se va para atrás”, relató Bermúdez Bringue sobre el momento del ataque, y admitió que no supo lo que había pasado hasta minutos después del hecho.

“Ahí lo agarré del cuello de la campera y un compañero empieza a gritar “¡tiene un fierro, tiene un fierro! Yo no sabía cómo reaccionar. Me tiré de cabeza y lo palpé en la cintura”, continuó el secretario de la exmandataria sobre el hecho ocurrido el 1 de septiembre de 2022.

Bermúdez Bringue también aseguró que la propia Cristina Kirchner se sorprendió ante lo ocurrido. “Ella pensó que había sido una gresca entre compañeros”, precisó.

“Nosotros nunca pensamos en un atentado”, insistió Bermúdez Bringue tras el cuarto intermedio dispuesto por el tribunal ante el llamativo comportamiento de Uliarte a través de la plataforma Zoom (adoptó esta modalidad por “cuestiones médicas”, según adujo su defensa) durante la audiencia.

Y continuó: “Ningún mandatario piensa en un atentado. A lo que pasó con (Donald) Trump (en alusión al ataque el expresidente y actual candidato republicano en las elecciones de los Estados Unidos) lo protege el servicio secreto. Hemos visto cientos de miles de películas. Son la fuerza de elite y, sin embargo, le lastimaron la oreja. Es muy difícil pensar en una custodia si hay gente que puede llegar a romper el pacto democrático”.